Algo que suelen tener en común los más renombrados emprendedores que tenemos como referencia es la capacidad de sobreponerse al fracaso. Resulta sencillo al repasar sus trayectorias, encontrar episodios que describen como, después de no conseguir los objetivos planeados o directamente tras morder el polvo, consiguieron sobreponerse y dar el paso para trasformar ese fracaso en éxito.